El síndrome de burnout o síndrome de agotamiento laboral es una respuesta al estrés crónico en el trabajo, que afecta tanto a nivel individual como organizacional. Se caracteriza por agotamiento emocional, actitud fría o despersonalizada y baja realización profesional o personal.
¿Qué es el agotamiento emocional?
El agotamiento emocional se manifiesta como una sensación constante de cansancio físico y mental, la percepción de no poder dar más de sí mismo y el sobresfuerzo continuo.
Suele aparecer en personas que trabajan en contacto permanente con otras, especialmente cuando las condiciones laborales no son las adecuadas.
Actitud fría o despersonalizada
Las personas con burnout pueden desarrollar actitudes distantes, frías o cínicas hacia los demás. Esto se refleja en la irritabilidad, pérdida de motivación y en la dificultad para mantener relaciones laborales y personales saludables.
Baja realización personal o profesional
Quienes padecen este síndrome tienden a evaluarse de forma negativa, sintiéndose ineficaces o poco competentes. Esto puede generar bajo rendimiento, dificultad para manejar la presión y una autoestima debilitada, afectando todas las áreas de su vida.
Prevención del síndrome de burnout
- Implementar planes de recuperación o rehabilitación.
 - Recibir tratamiento psicoterapéutico y asesoramiento oportuno.
 - Promover la adaptación entre el trabajador y su entorno laboral.
 - Mejorar el ambiente de trabajo y las condiciones organizacionales.
 - Fortalecer vínculos sociales y redes de apoyo.
 - Potenciar la gestión del desempeño y reconocimiento del esfuerzo.
 
Autocuidado y bienestar personal
El autocuidado es clave para prevenir el agotamiento laboral. Algunos hábitos que puedes aplicar son:
- Establece límites: define el fin de tu jornada y respétalo.
 - Organiza tu tiempo: planifica tus tareas y evita la sobrecarga.
 - Desconéctate: busca espacios para descansar y desconectar del trabajo.
 - Valora tu esfuerzo: reconoce tus logros y los de tu equipo.
 
Estilo de vida saludable
- Haz ejercicio: mejora el ánimo y reduce el estrés.
 - Aliméntate bien: una dieta equilibrada mejora tu energía y concentración.
 - Duerme suficiente: el descanso es esencial para la recuperación mental.
 - Practica la atención plena: medita o realiza respiraciones profundas.
 - Cuida tus relaciones: rodéate de personas que te apoyen y te motiven.
 




